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Retiro Espiritual EMC 02 Agosto 2008

Retiro Espiritual de la EMC
"Mire que le mira"
(Vida 13,22 Santa Teresa)

Caracas, 02 Agosto 2008
Monasterio Hnas. Carmelitas Descalzas
Ponentes: P. Iván Mora Pernía y Prof. Elena Briceño

Somos Iglesia en el corazón del mundo y como dice Edith Stein: “Toda oración auténtica es oración de la Iglesia, y es la Iglesia misma la que ahí ora, porque es el Espíritu Santo el que vive en ella el que, en cada alma, “intercede por nosotros con gemidos inefables” (Rom 8,26) Precisamente esto es la oración “auténtica” pues “nadie puede decir Señor Jesús, sino en el Espíritu Santo” (1Cor 12,3). “Yo rogaré al Padre y les dará otro Consolador, a saber: El Espíritu de Verdad” (Jn 14,16). Por eso, durante nuestros encuentros en la EMC evidenciamos cómo los Dones del Espíritu Santo, nos permiten sobrenaturalizar lo natural y cómo también podemos pedir a Dios nos colme con su gracia para servir a los demás y hacer su voluntad.

Don de Sabiduría: Comienza con el (respeto a) temor de Dios, se alimenta de la Palabra de Dios, la oración y los sacramentos. Es por excelencia, el don de la experiencia mística.
Don de Inteligencia: Nos ilumina para comprender los misterios de Dios y el hombre. Y cuando desarrollamos para el bien de todos las cualidades y dones recibidos.
Don de Consejo: Nos capacita para orientar con sabiduría según la voluntad de Dios.
Don de Fortaleza: Nos reviste de la fuerza de Dios y, capacita para actuar en el servicio y para sostenernos durante las pruebas y dificultades de la vida.
Don de Ciencia: Lo recibimos cuando el E. S., nos ayuda a discernir entre el bien y el mal y cuando transmitimos con humildad y verdad lo que conocemos de Dios.
Don de Piedad: Nos da sentido filial y fraterno y nos lleva desde el respeto a Dios y a la vida a la virtud de la justicia.
Don de Temor de Dios: Cuando tomamos conciencia del respeto que le debemos a Dios. Este don nos mantiene conscientes de nuestra pequeñez ante Dios. (Moisés y los patriarcas A T. María N T.)

Canciones que hace el alma en la íntima unión con Dios.

¡Qh llama de amor viva, / que tiernamente hieres / de mi alma en el más profundo centro!
pues ya no eres esquiva, / acaba ya, si quieres; / ¡rompe la tela de este dulce encuentro!

“Esta llama de amor viva es el Espíritu de su Esposo, que es el Espíritu Santo, al cual siente ya el alma en sí, no sólo como fuego que la tiene consumida y transformada en suave amor, sino como fuego que, además de eso, arde en ella y echa llama, y aquella llama, cada vez que llamea, baña al alma en gloria y la refresca en temple de vida divina. Y esta es la operación del Espíritu Santo en el alma transformada en amor, que los actos que hace interiores es llamear, que son inflamaciones de amor en que unida la voluntad del alma, ama subidísimamente, hecha un amor con aquella llama. Y así, estos actos de amor del alma son preciosísimos; y merece más en uno y vale más que cuando había hecho en toda su vida sin esta transformación, por más que ello fuese. Y la diferencia que hay entre el hábito y el acto, hay entre la transformación en amor y la llama de amor, que es la que hay entre el madero inflamado y la llama de él: que la llama es efecto del fuego que allí está! “ (San Juan de la Cruz)

Texto para reflexionar de Santa Teresa de Jesús: Camino 26, 1-3:
1. Ahora, pues, tornemos a nuestra oración vocal para que se rece de manera que, sin entendernos, nos lo dé Dios todo junto, y para -como he dicho- rezar como es razón.
La examinación de la conciencia y decir la confesión y santiguaros, ya se sabe ha de ser lo primero.
Procurad luego, hija, pues estáis sola, tener compañía. Pues ¿qué mejor que la del mismo maestro que enseñó la oración que vais a rezar? Representad al mismo Señor junto con vos y mirad con qué amor y humildad os está enseñando. Y creedme, mientras pudiereis no estéis sin tan buen amigo. Si os acostumbráis a traerle cabe vos y El ve que lo hacéis con amor y que andáis procurando contentarle, no le podréis -como dicen- echar de vos; no os faltará para siempre; ayudaros ha en todos vuestros trabajos; tenerle heis en todas partes: ¿pensáis que es poco un tal amigo al lado?

2. ¡Oh hermanas, las que no podéis tener mucho discurso del entendimiento ni podéis tener el pensamiento sin divertiros!, ¡acostumbraos, acostumbraos! Mirad que sé yo que podéis hacer esto, porque pasé muchos años por este trabajo de no poder sosegar el pensamiento en una cosa, y eslo muy grande. Mas sé que no nos deja el Señor tan desiertos, que si llegamos con humildad a pedírselo, no nos acompañe. Y si en un año no pudiéremos salir con ello, sea en más. No nos duela el tiempo en cosa que tan bien se gasta. ¿Quién va tras nosotros? Digo que esto, que puede acostumbrarse a ello, y trabajar andar cabe este verdadero Maestro.

3. No os pido ahora que penséis en El ni que saquéis muchos conceptos ni que hagáis grandes y delicadas consideraciones con vuestro entendimiento; no os pido más de que le miréis. Pues ¿quién os quita volver los ojos del alma, aunque sea de presto si no podéis más, a este Señor? Pues podéis mirar cosas muy feas, ¿y no podréis mirar la cosa más hermosa que se puede imaginar? Pues nunca, hijas, quita vuestro Esposo los ojos de vosotras. Haos sufrido mil cosas feas y abominaciones contra El y no ha bastado para que os deje de mirar, ¿y es mucho que, quitados los ojos de estas cosas exteriores, le miréis algunas veces a El? Mirad que no está aguardando otra cosa, como dice a la esposa, sino que le miremos. Como le quisiereis, le hallaréis. Tiene en tanto que le volvamos a mirar, que no quedará por diligencia suya”. Santa Teresa de Jesús

Texto Bíblico para reflexionar y orar: Jesús y Nicodemo: Juan 3, 1-22

1 Entre los fariseos había un personaje judío llamado Nicodemo. Este fue de noche a ver a Jesús y le dijo: 2 "Rabbí, sabemos que has venido de parte de Dios como maestro, porque nadie puede hacer señales milagrosas como las que tú haces, a no ser que Dios esté con él." 3 Jesús le contestó: "En verdad te digo que nadie puede ver el Reino de Dios si no nace de nuevo desde arriba." 4 Nicodemo le dijo: "¿Cómo renacerá el hombre ya viejo? ¿Quién volverá al seno de su madre?" 5 Jesús le contestó: "En verdad te digo: El que no renace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. 6 Lo que nace de la carne es carne, y lo que nace del Espíritu es espíritu. 7 No te extrañes de que te haya dicho: "Necesitan nacer de nuevo desde arriba". 8 El viento sopla donde quiere, y tú oyes su silbido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo le sucede al que ha nacido del Espíritu." 9 Nicodemo volvió a preguntarle: "¿Cómo puede ser eso?" 10 Respondió Jesús: "Tú eres maestro en Israel, y ¿no sabes estas cosas?
11 En verdad te digo que nosotros hablamos de lo que sabemos, y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio. 12 Si ustedes no creen cuando les hablo de cosas de la tierra, ¿cómo van a creer si les hablo de cosas del Cielo? 13 Sin embargo, nadie ha subido al Cielo sino sólo el que ha bajado del Cielo, el Hijo del Hombre. 14 Recuerden la serpiente que Moisés hizo levantar en el desierto: así también tiene que ser levantado el Hijo del Hombre, 15 y entonces todo el que crea en él tendrá por él vida eterna. 16 ¡Así amó Dios al mundo! Le dio al Hijo Único, para que quien cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
17 Dios no envió al Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que se salve el mundo gracias a él. 18 Para quien cree en él no hay juicio. En cambio, el que no cree ya se ha condenado, por el hecho de no creer en el Nombre del Hijo único de Dios. 19 Esto requiere un juicio: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. 20 Pues el que obra el mal odia la luz y no va a la luz, no sea que sus obras malas sean descubiertas y condenadas. 21 Pero el que hace la verdad va a la luz, para que se vea que sus obras han sido hechas en Dios.
Recordando al Hno Lorenzo…
“Si se practica la Presencia de Dios como es debido, en poco tiempo se llega a ser espiritual”. Sus escritos y consejos están llenos de sugerencias pedagógicas para vivir la Presencia de Dios:

Comienza sincerándote contigo mismo, QUERER conocer la dicha de la Presencia de Dios y de una vez y para siempre, pues la vida se encargará de ahogar las buenas resoluciones si tú no las vuelves a poner una y otra vez en práctica. Por eso insiste en que nos dejemos de andar cocinando sin Dios nuestros asuntos.

Sigue con el PENSAMIENTO puesto en ÉL, con jaculatorias, oraciones donde lo hagas presente como el Padrenuestro, o tal vez orar junto con María. Dios está en todas las cosas, pero principalmente dentro de ti.

La idea es ir adquiriendo el hábito de vivir conscientemente al sol de la Presencia de Dios y la REPETICION de los actos de su presencia es determinante. Sólo a base de machacar se aprende el oficio .

Los momentos o TIEMPOS FIJOS. Al prestar mayor atención a Dios en el curso de la jornada dará sus frutos en los tiempos más largos.

“No debemos cansarnos de hacer pequeñas cosas por amor de Dios, que no mira la importancia de la obra, sino el amor”... “Trabajos ordinarios, si, pero hechos por puro amor de Dios”.

Mateo 6, 5-18: 5 Cuando recen ni hagan como los hipócritas, que gustan orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los hombres los vean. Ellos ya recibieron su premio. 6 Tú, cuando reces, entra en tu pieza, cierra la puerta y reza a tu Padre que comparte tus secretos, y tu Padre, que ve los secretos, te premiará. 7 Al orar no multipliquen las palabras, como hacen los paganos que piensan que por mucho hablar serán atendidos. 8 Ustedes no recen de ese modo, porque, antes que pidan, el Padre sabe lo que necesitan. 9 Ustedes, pues, oren de esta forma:

Padre nuestro, Padre de los Cielos, santificado sea tu Nombre, 10 venga tu Reino, hágase tu voluntad: en la tierra como en el Cielo. 11 Danos hoy el pan de este día 12 y perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, 13 y no nos dejes caer en la prueba, sino que líbranos del Malo. 14 Queda bien claro que si ustedes perdonan las ofensas de los hombres, también el Padre celestial los perdonará. 15 En cambio, si no perdonan las ofensas de los hombres, tampoco el Padre los perdonará a ustedes.

Mateo 7,7-12: 7 Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen a la puerta y les abrirán. 8 Porque el que pide, recibe; el que busca, halla, y al que llame a una puerta, le abrirán. 9 ¿Quién de ustedes da una piedra a su hijo si le pide pan, 9 o una culebra si le pide pescado? 11 Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, con mayor razón el Padre celestial, Padre de ustedes, dará cosas buenas a los que se las pidan. 12 Entonces, todo lo que ustedes desearían de los demás, háganlo con ellos: ahí tienen toda la Biblia”.

Recordemos ahora a Santa Teresita:
“Comprendo que la caridad perfecta consiste en soportar los defectos de los demás, en no extrañarse de sus debilidades, en edificarse de los más pequeños actos de virtud que les veamos practicar. Pero, sobre todo, comprendí que la caridad no debe quedarse encerrada en el fondo del corazón: Nadie, dijo Jesús, enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de la casa (Mt 5,15).

Yo pienso que esa lámpara representa a la caridad, que debe alumbrar y alegrar, no sólo a los que me son más queridos, sino a todos los que están en la casa, sin exceptuar a nadie”. (Cfr., Ms C F.11vº-F.13rº Capítulo X La prueba de la fe)

También dijimos aquí que en aquel tiempo vivido por Santa Teresita, muchas personas se ofrecían como víctimas a la justicia de Dios, en cambio Teresita, hizo un acto de ofrenda al amor misericordioso. Nos dice ella: “Pensaba en las almas que se ofrecen como víctimas a la justicia de Dios a fin de desviar y atraer sobre sí los castigos reservados a los culpables. Esta ofrenda me parecía grande y generosa, pero estaba muy lejos de sentirme inclinada a hacerla” (Ms A F.84rº) Y en su oración escrita como Acto de ofrenda al amor misericordioso (Nº1) nos aclara: “A fin de vivir en un acto de perfecto amor, YO ME OFREZCO COMO VÍCTIMA DE HOLOCAUSTO A TU AMOR MISERICORDIOSO”.

Esto es contemplar verdaderamente: El camino de buscar a Dios es ir obrando en Dios el bien y mortificando en sí el mal” (Cántico B 3,4) “De donde, el que busca a Dios queriéndose estar en su gusto y descanso, de noche le busca, y así no le hallará. Pero el que le busca por el ejercicio y obras de las virtudes, dejando aparte el lecho(= cauce) de sus gustos y deleites, éste le busca de día y así le hallará; porque lo que de noche no se halla, de día aparece” Cántico B 3,3 de San Juan de la Cruz.

Textos Bíblicos para continuar con la experiencia de oración contemplativa:
Marcos 9,33-37
Si alguno quiere ser el primero. Marcos 8, 34-38 El que quiera seguirme, tome su cruz. Marcos 10, 13-16 Dejen que los niños vengan a mí. Marcos 12, 28-34 El mandamiento más importante. Lucas 12, 13-21 No está la vida en poseer. Lucas 12, 22-34 No se inquieten de cómo vivirán.


Dinámica dirigida por la Prof. Elena Briceño:

El gran árbol

Hace bastante tiempo, paso un sembrador por esta tierra mía y fue dejando caer sus semillas. Con cariño les hablaba y decía una cosa a cada una:
“Se un buen árbol para que se posen en ti las aves del cielo”
“Da buen trigo, para que pueda el molinero hacerte harina y ser luego un hermoso pan familiar”
“Crece bien, para girar luego con el sol “
“Danos buen aceite, para condimentar los hombres nuestros alimentos”
Y aquel sembrador salía todos los días a ver crecer el campo y veía satisfecho como cada planta echaba sus tallos y sus hojas. Sin embargo, entre todas aquellas plantas, notaba la falta de una semilla que no había salido todavía a la luz. Todos los días la esperaba ver aparecer con gran ansia.

Allí dentro de la tierra, se oía el rumor de la semilla: “Se que es hora de crecer, de salir a la tierra y echar raíces con firmeza, pero si salgo y no llueve suficientemente me moriré de sed, y si hace mucho frió me congelare, o si por el contrario hace demasiado sol, me abrazare. Puede que alguien me pise y me aplaste… Yo quisiera ver el azul del día, ser un árbol fuerte y dormir a la luz de las estrellas, pero si salgo y las cosas van mal, todo se acabara.”

Aquella semilla nunca se atrevía a crecer, hasta que un día en medio de sus dudas y miedos, recordó lo que dijo el sembrador cuando la puso en la tierra:
“Crece por que te necesitamos. Por tu lado pasaran muchas gentes y se sentaran aquí para descansar. Las aves harán nidos en tus ramas y…”

Cuando recordó todo esto comprendió que alguien le esperaba y no podía permanecer más tiempo allí, bajo el suelo. Se puso a crecer y cuando salio a la luz, encontró la sonrisa del sembrador y luego, vio un camino que pasaba por allí mismo y deseo con todas sus fuerzas crecer más. Vinieron las nieves y los vientos del invierno, pero luchaba con toda su fuerza con el fin de no ser arrastrada por el viento, no tronchada por el peso de la nieve. Y cuando la ventisca casi la tapaba, luchaba por sobresalir encima de ella. Y si la riada de lluvia llegaba hasta su tronco, aquel arbolito se agarraba fuerte a sus raíces de manera que no había forma de arrancarle del suelo.

Y siempre, todas las tardes, encontraba la mirada del sembrador que se fijaba en él y se sonreía.

Así creció, un año y otro, viendo como la gente se acercaba por el camino y al llegar a su lado, paraban, miraban el horizonte y continuaban adelante. Un día descubrió entre sus ramas una ardilla que jugueteaba saltando y que hizo un nido en un hueco de sus ramas.

Y siempre, todas las tardes, la mirada sonriente del sembrador alzaba la vista del suelo hasta el cielo para ver su última rama.

Creció y creció. La gente veía sobresalir el árbol, por encima de todos, desde muy lejos. Le llamaban “El árbol del camino”, aunque había muchos otros. Pero ninguno era tan alto y fuerte. Otro día descubrió como un águila hacia un nido entre sus ramas mas alta, por que desde allí se podía casi tocar el cielo y ver bien las estrellas. Y, como todas las tardes, la visita del sembrador que le miraba sonriente y esperaba algo mas de el.

Cada vez era mas firme, robusto y recto, y su corteza arrugada por los rigores del invierno seguía allí para testimonio de todos los que le veían y le llamaban “El viejo árbol del camino”.

Un día descubrió, cuando llegaba ya el invierno, que el sembrador tenía frió. Y aquel árbol desgajo de si una rama para que el sembrador hiciera leña y se calentara día tras día. Cuando el sembrador le visitaba le daba lo mejor de si mismo, y por su tronco corrían lagrimas de resina.

Pero un día aquel sembrador no fue a visitar el árbol. Comprendió que había llegado la hora. Aquella noche hubo una gran tormenta. Un rayo recorrió aquel árbol de arriba abajo y no quedo más que el tronco, el que la gente llama “El Tronco del Viejo Árbol”.

¿Sabes? Dicen que todas las tardes, Dios se da una vuelta por el cielo y que se para a la sombra de un Gran Árbol, lo mira, lo contempla, lo vuelve a mirar… y se sonríe.

1. ¿Qué dudas y qué miedos a veces te impiden crecer como persona?

2. ¿Cuáles son tus raíces a las que te agarras?

3. Para crecer todos necesitamos una sonrisa amiga que nos visite todas las tardes ¿Quién es para ti esa sonrisa amiga?

4. ¿Qué ardillas y que águilas anidan en tus ramas? ¿Para quién eres tu cobijo, apoyo, seguridad? ¿A quien das lo mejor de ti mismo(a)?

5. ¿Qué te sugieren las últimas líneas de la parábola?

6. ¿Consideras que la EMC sembró en tu interior semillas de contemplación para llegar a la unión con Dios? ¿Cómo o de qué manera?

Retiro Espiritual EMC 02 Agosto de 2008

Retiro Espiritual de la EMC
Caracas, 02 Agosto 2008
Monasterio Hnas. Carmelitas Descalzas

















Ponentes: Prof. Elena Briceño y Fray Iván Mora Pernía

jueves

"La ciencia del Amor" Encuentro de Estudio de la Ficha Nº 09.


Encuentro de Estudio de la Ficha Nº 09
y compartir fraterno del 19 Julio 2008
"La ciencia del Amor"
Monasterio Hnas. Carmelitas Descalzas
Los Chorros. Caracas. Venezuela.
Ponente: Iván Mora Pernía, ocd.










Espacio para la contemplación orante:
La Escuela de la Mística Carmelitana se esmera por tener sus espacios vitales para la oración y contemplación del Misterio Trinitario. Durante los anteriores ocho encuentros y en este último en particular, pudimos vivenciar la experiencia de oración contemplativa. Aprender a orar para aprender a servir y contemplar la vida, es uno de nuestros principales objetivos, con la ayuda del Evangelio y la espiritualidad de los Santos del Carmelo.


Compartir fraterno de fin de curso:
El 20 de Octubre de 2007 nuestra Escuela de la Mística iniciaba su Primer Ciclo de Encuentros y clases. Así pues, según las fechas y temas programados pudimos estudiar, reflexionar, orar y vivenciar el contenido desarrollado durante los nueve Encuentros asignados, concluyendo con este último Encuentro.
Tendremos el cierre del Curso con la realización de un Retiro Espiritual en el Monasterio de nuestras Hnas. Carmelitas de los Chorros, el sábado 02 de Agosto de 2008.
Daremos inicio, Dios mediante, al siguiente Ciclo
de Estudio presencial y vivencial de la EMC, el
18 de Octubre de 2008.

Ficha Nº 09: "La ciencia del Amor"



“La ciencia del Amor”


Ponente: P. Iván Mora Pernía, ocd



Presentamos en esta breve oportunidad una pequeña, muy pequeña muestra del contenido espiritual y contemplativo de una gran mujer, Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein), Mártir de nuestra Orden Carmelitana. Su memoria litúrgica se celebra el 9 de Agosto.


Edith Stein nació el día del Kippur, día festivo para los hebreos, y en Breslavia Alemania, el 12 de octubre de 1891, en el seno de una familia hebrea. Edith fue la última de once hijos. A los dos años de edad, muere su padre. Hizo sus primeros estudios y el Bachillerato en su ciudad natal con calificaciones siempre sobresalientes.


En la Universidad de Breslau estudia, de 1911 a 1913, Germanística, Historia, Psicología y Filosofía. En 1913 se traslada a Göttingen para seguir sus estudios de filosofía siendo discípula de Edmund Husserl, un hebreo y no creyente, genio filosófico de su tiempo, haciendo el exámen de Licenciatura con calificación sobresaliente en 1915. Durante este período, llega a un ateísmo casi total, pues abandonó la fe y las prácticas religiosas.


Estalla en 1914 la primera guerra mundial y Edith trabaja como enfermera voluntaria siendo enviada a un hospital del frente. Después de ese infatigable trabajo, hace el examen de doctorado en la Universidad de Freiburg, con la calificación Summa cum laude.


De 1916 a 1918 es ayudante del filósofo Husserl en Freiburg. Los dos años siguientes los dedica al trabajo científico privado y a partir de entonces busca acceder a una cátedra universitaria, lo que no consigue pues todavía permanecían cerradas a las mujeres, aún así, era políglota, dominaba 6 idiomas. Apasionada buscadora de la verdad, a los 30 años de edad (1921), mientras se encontraba de visita en casa de una amiga, logró hallarla con la lectura de la autobiografía de Santa Teresa de Jesús de Ávila. Se dice que en una sola noche Edith había leído y asimilado el texto teresiano. Cerró el libro y exclamó: "Aquí está la verdad" y decide convertirse al catolicismo. El 1 de enero de 1922, recibió el bautismo en la iglesia católica.


De 1923 a 1931 enseña en la escuela de formación de maestras de las dominicas de Santa Magdalena de Speyer. Además de las clases, escribe, traduce y da conferencias. De 1932 a 1933 es profesora en el Instituto Alemán de Pedagogía científica en Münster. Su fama de conferenciante traspasa las fronteras de Alemania y es invitada a hablar en Francia y Suiza. Cuando contaba con 32 años enseña en la escuela de formación de maestras de las dominicas de Santa Magdalena en Espira.


Desde su conversión deseó entrar en el Carmelo a pesar de la oposición de la familia, y su deseo se vio cumplido el 14 de octubre de 1933, a los 42 años, ingresando en el Carmelo de Colonia. Aquí cambia su nombre por el de Teresa Benedicta de la Cruz. Su familia hebrea, rompe con ella. El 21 de abril de 1935, domingo de Pascua de Resurrección, emite sus votos religiosos y tres años después, aquél mismo día, sus votos perpetuos. Su vida será ya una Cruz convertida en Pascua. Dentro del convento, por orden del Provincial, continúa sus estudios científicos. A medida que el nazismo se consolida en el poder su condición de judía es una amenaza para ella y para la comunidad.


El día 31 de diciembre de 1938 emigra a Holanda y se establece en el convento de Echt. Aquí la encomiendan, entre otros trabajos, un estudio sobre San Juan de la Cruz, y escribe La ciencia de la Cruz. El día 2 de agosto de 1942 es detenida por la Gestapo, junto con su hermana Rosa, también convertida al catolicismo, y llevada con otros religiosos y religiosas al campo de concentración de Amersfoort. Luego, en la noche entre el 3 y el 4 de agosto, los presos fueron trasladados al campo de Westerbork, situado en una zona completamente deshabitada al norte de Holanda.


El 9 de agosto de 1942, llegaba en el tren de la muerte al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. Por su edad (51 años cumplidos), su baja estatura, sin signos externos de robustez, en la mentalidad nacista, no servía para trabajos forzados. La llevaron a la barraca 36, siendo marcada con el Nº 44.074 de deportación, para morir mártir de la fe cristiana a los 51 años de edad, en la casita blanca, víctima del Ciclón B: Ácido Cianhídrico; durante la persecución nazi, ofreciendo su holocausto por el pueblo de Israel. La ducha anunciada, en vez del agua deseada, emanó el tóxico ciclón B de la muerte casi instantánea. Su cuerpo sin vida fue calcinado con leña (todavía estábamos en agosto de 1942). No hay tumba. Las cenizas o huesos de la Hna. Edith se arrojaron en el campo adyacente. Hoy es un verde campo con cruces que plantan allí los grupos de peregrinos.


Mujer de singular inteligencia y cultura, ha dejado numerosos escritos de elevada doctrina y de honda espiritualidad. En 1962 se inició su proceso de beatificación. Teresa Benedicta de la Cruz dramática síntesis de nuestro tiempo, Mujer hija de Israel, Mártir por la fe en Cristo, y Víctima del exterminio judío, fue beatificada por Juan Pablo II en Colonia, el 1 de mayo de 1987. Su fiesta se celebra en el Carmelo Teresiano el 9 de agosto. El papa Juan Pablo II canonizó a la judía, filósofa, monja, mártir y beata, Teresa Benedicta de la Cruz de la Orden del Carmelo, el 11 de Octubre de 1998 en la Basílica de San Pedro en Roma.


Del misterio de la Cruz a la libertad y de la libertad al amor… conversión para amar!!!


“Es el misterio de la muerte y resurrección de Cristo, misterio de cruz y de esperanza, la ocasión casi definitiva que lleva a Edith a adentrarse, sin más miedos, en el camino de la fe, en la búsqueda decidida de Cristo. La situación fue proporcionada por una muerte: la de Adolf Reinach con quien se sentía estrechamente unida. Este hombre, filósofo sincero y buscador incansable, fue la antorcha que iluminó a Edith en el momento más profundo de su crisis…


En 1917 Edith Stein fue llamada por la viuda de Reinach para que le ayudase a preparar los manuscritos del difunto en vistas a una publicación. Ella, además de la tristeza, iba con el miedo de encontrarse con una viuda destrozada por el dolor. Sin embargo, la realidad fue bien distinta
[1]. Este encuentro produjo en ella una reacción de asombro. El encuentro con la cruz de Cristo hizo que todo su interior se tambalease, dominándola sin que ella pudiese controlarlo… en una de sus cartas a Roman Ingarden se delata su estado interior de sufrimiento y búsqueda de paz [2]. Pero ya antes de esta crisis se había lanzado a la lectura de las Confesiones de San Agustín… (y también,) se aventuró en la lectura del Nuevo Testamento, pues se había dado cuenta de que “había descubierto un mundo que se escapaba al estudio y a la investigación filosófica”…
Entendemos el enunciado tanto en clave vital como intelectual. El encuentro con la cruz de Cristo la conduce a profundizar el mensaje desde el punto de vista científico, y al mismo tiempo va a entablar una relación de amistad con Cristo que va a culminar en la conversión. La presencia del tema religioso en sus estudios científico-filosóficos es claramente constatable, si bien su objetivo no es meramente religioso.”
[3]


Por esos días dirá: “Yo puedo ansiar alcanzar la fe y por ello preocuparme con todas las fuerzas y no necesariamente serme concedida” (PK, p. 43) Y en su obra Psychische Kausalität (Causalidad Psíquica), “se delata, incluso, una experiencia profunda, casi mística, de la presencia de Dios en su vida… describiendo lo que seguramente fue su experiencia vivida a pesar de no ser aún cristiana
[4]:


“Existe un estado de quietud en Dios, de relajación de toda actividad intelectual, en que no se hacen planes, no se toman resoluciones, y no se actúa, si no que todo lo venidero se deja en manos de la voluntad divina, abandonándose a la Providencia. Esta suerte me fue deparada después de una experiencia, que sobrepasó mis fuerzas, que absorbió toda mi energía vital y que me privó de toda actividad. La quietud en Dios es algo totalmente nuevo y particular en contra de la negación de la actividad por falta de fuerza vital. En su lugar aparece el sentimiento de estar escondido, de estar liberado de todo problema, preocupación u obligación. Y mientras más me entrego a este sentimiento, me comienzo a llenar más y más de vida nueva, que me empuja a nuevas ocupaciones, sin que para ello actúe la voluntad. Esta energía vital aparece como flujo de una actividad y una fuerza que no son mías, y que sin ningún tipo de exigencias por mi parte, trabaja en mí”. (PK, p.76).


Ahora, Cristo nos ha traído la salvación para hacer de nosotros miembros de su Cuerpo Místico para darnos gratuitamente su amor en libertad. Somos de Cristo y su Iglesia por gracia de Dios y por voluntad libremente propia. No obstante,
“el último fundamento sigue siendo… la vida interior; la formación del hombre va desde dentro hacia fuera. Cuanto más profundamente esté el alma unida a Dios, y cuanto más desinteresadamente se haya entregado a su gracia, tanto más fuerte será su influencia en la configuración de la Iglesia” (ESW XI, p. 145)


La ciencia del amor consiste entre otras cosas, en tomar conciencia del Amor que Dios nos tiene, conocernos a sí mismos en la libertad que Dios nos da, en saber recibir de Dios lo que nos quiera dar desde la esencia de nuestro propio ser (en la oración contemplativa o mística) y, saber transmitir, dar o compartir en libertad y amor a nuestros prójimos lo que gratuitamente recibimos de Dios. Esto es convertirnos al Amor.


Hombre interior = hombre libre para amar:


“Este enunciado descansa sobre el pensamiento steiniano, varias veces señalado, de que el centro del alma es el centro de la libertad (para el Amor). Libertad e interioridad son dos realidades que van estrechamente unidas en el ser espiritual del hombre, en su vida. El que quiere alcanzar la plenitud de su libertad (en y desde el Amor), debe necesariamente alcanzar su centro, es decir, debe interiorizarse. Entrar en sí es un acto del conocimiento personal, de la vida espiritual; es descubrir el interior para hacerse consciente de la propia realidad. Este conocimiento, este convertirse en hombre interior, es imprescindible para llegar a situarse en el centro de la propia libertad, puesto que el sentido último de la misma consiste en “seguir sin estorbos al Espíritu”, sabiendo que los obstáculos más grandes “yacen en nuestro propio interior” (Hochzeit des Lammes, en ESW XI, p. 131).


La libertad de la persona humana, aun siendo una realidad condicionada a su finitud, es algo específico de su personalidad y desempeña un papel constitutivo en el crecimiento del hombre, de tal modo que (negar el Amor) “negar la libertad es menguar posibilidad de ser, y de ser persona”
[5] y “lo que ofrece por su libertad y para qué se entrega lo ofrecido, esto es lo que decide el destino de la persona” (OSP p.159). Por otro lado resulta lógico que la libertad sobre uno mismo se alcance sólo en la medida en que uno se va conociendo: “Pero el que vive recogido en la profundidad (diríamos, el que ama a sus hermanos desde la contemplación del Misterio del Amor) percibe igualmente las cosas pequeñas dentro de las grandes unidades; es el único que puede apreciar de una manera justa su importancia y ordenar su conducta de una manera adecuada. Sólo en él se orienta el alma hacia la información completa y hacia el perfeccionamiento de su ser” (EES p. 405 / SFSE p. 453).


Y es que sólo en la interioridad se capta “la esencia del alma” (EES p.402 / SFSE p. 451). El hombre interior en cuanto que vive en su centro alcanza la posibilidad del descubrimiento de Dios. Sólo desde aquí es posible un encuentro auténtico, fundamentalmente por dos razones. La primera –Edith se coloca en la tradición teresiana-, es porque Dios mora en el centro del alma. La segunda razón es que sólo desde su interioridad más profunda el hombre es más libre, y la unión con Dios en cuanto acto de amor exige la respuesta más libre que el hombre pueda dar. Y es en este acto donde se constituye la medida de la santidad del hombre que libremente otorga su voluntad a Dios. Como consecuencia Edith afirma que sólo aquí, en el centro de la libertad, es posible la unión mística de amor con Dios. Paralelamente situarse en el centro del alma conlleva un mayor conocimiento de sí y de Dios.


Este darse a Dios como realización de la “esencia más íntima del amor” es, en su sustancia, el acto más libre de que es capaz el hombre, “porque no dispone sólo de una emoción aislada, sino del conjunto del propio yo, de la propia persona” (EESp.417 / SFSE p. 467) y porque, en definitiva, “el amor es lo más libre que hay” (EES p. 409 / SFSE p. 459). “El don de sí a Dios es, al mismo tiempo, don al sí de Dios que es amado, y a la creación entera, es decir, a toda esencia espiritual unida a Dios” (EES p.420 / SFSE p. 470)”.
[6]


Algunas Siglas sobre Edith Stein utilizadas en este estudio:
EES Endliches und ewiges Sein, ESW II
ESW Edith Stein Werke
OSP Die ontischeStruktur der Person, en ESW VI
PK Psychische Kausalität, Tübingen 1970
SFSE Ser finito y ser eterno, México 1994.


Textos Bíblicos para orar: Efesios 4,17-32; Lucas 14,25-35; Mateo 10, 17-42


Marcos 8, 34-38: Luego llamó no solamente a sus discípulos, sino que a toda la gente, y les dijo: “Si alguno quiere seguirme, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y sígame. Pues quien quiera asegurar su vida la perderá; y quien sacrifique su vida por mí y por el Evangelio, se salvará. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si se pierde a sí mismo? Sepan que si alguno se averguenza de mí y de mis palabras en medio de esta gente adúltera y pecadora, también el Hijo del Hombre se avergonzará de él cuando venga con la Gloria de su Padre, rodeado de sus santos ángeles.”


Preguntas para reflexionar:


Desde mi encuentro de conversión con Dios ¿Cómo entiendo ahora aquella frase de “el amor es lo más libre que hay”?


¿Cómo respondo libremente a Dios en y por amor viviendo o experimentando mis cruces cotidianas?


¿Mis sequedades, desiertos, noches oscuras, enfermedades, muertes de seres queridos … cómo me están llevando a convertirme más a Dios con libertad, en fe, esperanza, amor y servicio a los demás?


Para meditar:
Lo permanente del vivir,
Es el camino del pensar.
Lo permanente del amar,
es el camino del ser.
Lo permanente del ser,
Es el camino del amor.
Iván Mora Pernía, Madrid, 14 de junio de 1992 (España)

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Citas:


[1] Así nos lo narra la hermana de Reinach, Pauline, presente en aquella ocasión: “A la muerte de mi hermano, muerto en Flandes en 1917, mi cuñada invitó a la Sierva de Dios a pasar por su casa para ayudarla con los manuscritos del difunto. Pude constatar cómo la Sierva de Dios fue trastornada (quedó sorprendida) al ver a mi cuñada aceptar la muerte de su marido con tanta fuerza y abandono. Entonces ella comprobó cuán grande y divino era el cristianismo. En esa época mi cuñada era aún protestante”, en Positio, pp.437-438.
[2] En primer lugar pedirte disculpas, porque últimamente he sufrido bajo la presión de los días tan duros que me han precedido y me siguen, de tal modo que no he tenido ni un momento de alegría. Sobre todo porque me resultaba imposible, ya que no tenía fuerzas, el contarte mi sufrimiento y de este modo llevar a tu vida más oscuridad en lugar de un poco de luz. Lo que ahora busco es tranquilidad y el restablecimiento de mi yo, que se encuentra totalmente destrozado” (Brief 24.12.17, en ESW XIV, p. 64).
[3] Cfr. Francisco Javier Sancho Fermín, “Edith Stein, Modelo y Maestra de Espiritualidad”, Monte Carmelo, Burgos 1997, pp. 137-139.
[4] Cfr. Ibidem, p.143.
[5] E.García Rojo, La constitución de la persona en Edith Stein, en RevEsp 50 (1991)343.
[6] Cfr. Francisco Javier Sancho Fermín, “Edith Stein, Modelo y Maestra de Espiritualidad”, Monte Carmelo, Burgos 1997, pp. 341-343.

Ponente: Iván Mora Pernía, ocd

Ficha Nº 08 El caminito para llegar al Dios contemplado



Encuentro de Estudio de la Ficha Nº 08:
El caminito para llegar al Dios contemplado
Monasterio Hnas. Carmelitas Descalzas
Los Chorros. Caracas. Venezuela
Ponente: Iván Mora Pernía, ocd.