miércoles

Segundas Moradas

XII Encuentro con la Mística Carmelitana
Escuela de la Mística Carmelitana (presencial)

Segundas MoradasLugar de encuentro, entre el cielo la tierra.
Ponente: Elena Briceño.

El conocimiento para seguir a Jesucristo
¿Qué sucede por haber entrado en el Castillo?
Hemos iniciado un proceso espiritual que, nos irá llevando a espacios desconocidos. También hemos dado los primeros pasos en la oración y, hemos hecho firmes propósitos para aplicarlos a nuestras vidas.
¿A dónde nos van a introducir, las segundas moradas?
En Jesucristo, fundamento de este itinerario espiritual.
¿Qué reproduciremos en nuestras vidas?
La llamada que Jesucristo le hizo a sus apóstoles, cuando los invitó a que lo conocieran y lo siguieran. "Venid y veréis dónde vivo y lo que hago", es una invitación con compromiso.
¿Cuál es el asunto central de estas moradas?
El conocmiento amoroso de Jesucristo. Esto siempre estará presente a través, del caminar por las otras moradas.
¿Cuándo visitaremos las segundas moradas?
Siendo el conocimiento e imitación de los misterios de la vida, muerte y resurrección de Cristo el fundamento del itinerario, estas moradas las visitaremos con regularidad, incluso todos los días.
¿Qué virtudes aprenderemos el estas moradas?
Perseverancia en la fe, desasimiento de todo lo creado y amor al prójimo.
¿Qué oración aprenderemos aqui?
La oración de meditación.
¿Quiénes habitan las segundas moradas?
"Habitan las segundas moradas quienes siguen iniciándose en lo espiritual, procuran aplicar a la vida lo ya expuesto y han decidido tomar a Jesucristo como guía y maestro."
"Por regla general, el conocimiento de Cristo llevará años. Dios respeta los tiempos humanos, al tiempo exige fidelidad y aplicación a la vida de todo cuanto Él nos va enseándo. Como en las segundas moradas se trata de seguir e imitar a Cristo haciéndolo vida de nuestra vida, el siervo del amor probablemente permancerá en ellas largo tiempo, aunque en estos asuntos de Dios no haya otra regla que el amor y la gracia. Según confiesa Teresa, ella estuvo dieciocho años habitando las segundas moradas. La experiencia demuestra que suelen ser muy frecuentes los vaivenes, avances y retrocesos, crisis personales o sociales que nos alejan de la vida espiritual o incluso nos sacan del castillo. Por eso la santa las denomina, moradas del combate espiritual."
Las segundas moradas cuentan con un solo capítulo.
1- El Dios de Jesucristo. ¿Cuál es la esencia del cristianismo? Es Jesucristo. En la Persona de Cristo se unen la plenitud de la Humanidad y la Divinidad, siguiendo la definición del Concilio de Calcedonia. Al Dios amor, llegaremos en estas moradas de la mano de Jesucristo.
2- La "Sacratísima Humanidad" de Cristo. "Partimos de Cristo hombre y, por imitación, nos vamos adentrando en la Divinidad. Porque aquel que pasa la mayor parte de su vida en el silencio del trabajo anónimo, pasea por las orillas del lago de Galilea, anuncia el Reino de Dios, cura a los enfermos o se enfrenta a la muerte, es Dios, Palabra de Dios, Dios hecho hombre, vencedor de la muerte, resucitado de entre los muertos sentado a la derecha del Padre, Señor de la historia. Por tanto, Cristo Hombre se convierte en la vía de acceso a Dios. De donde se deduce que la Humanidad de Cristo es sagrada, "Sacratísima".
"Un hombre nos sale al encuentro en la vida. Nos llama a seguirlo e imitarlo. Desea que lo conozcamos y amemos. En El se encierra alguien igual a mí en todo, (Menos en el pecado) que sabe de tristezas y alegrías, de amor y desamor, de felicidad y de sufrimientos, de amigos y enemigos, de vida y de muerte." Este hombre se llama Jesús.
¿En qué consiste la existencia cristiana? En reproducir en la vida el ejemplo de Jesucristo. "Este Señor nuestro es por quien nos vienen todos los bienes. El le enseñará. Mirando su vida, es el mejor dechado. ¿Qué más queremos de un tan buen amigo al lado, que no nos dejará en los trabajos y tribulaciones, como hacen los del mundo? Bienaventurado quien de verdad le amare y siempre le trajere cabe sí. Miremos al glorioso san Pablo, que no parece se le caía de la boca siempre Jesús, como quien le tenía bien en el corazón ( V 22.7).

"Con tan buen amigo presente, con tan buen capitán que se puso en lo primero en el padecer, todo se puede sufrir.
Él ayuda y da esfuerzo; nunca falta, es amigo verdadero. Y veo yo claro, y he visto después, que para contentar a a Dios y que nos haga grandes mercedes, quiere sea por manos de esta Humanidad sacratísima, en quien dijo Su Majestad se deleita.
Muy muchas vees lo he visto por experiencia. Hámelo dicho el Señor. He visto claro que por esta puerta hemos de entrar, si queremos nos muestre la soberana Majestad grandes secretos" ( V 22.6).
En conclusión: La "Sacratísima Humanidad" significa Cristo Hombre, resucitado, en cuerpo glorificado."
"Es gran cosa, mientras vivimos y somos humanos, traerle humano ( V 22.9).
El Señor nos invita a todos, a vivir esta experiencia de amor y amistad. "Mirad que convida el Señor a todos" (M 2.3).
3-La oración de meditación
Para reconocer a Cristo, cuando viene diariamente a nuestra vida en ese encuentro amoroso, tenemos como medio para reconocerlo, la oración de meditación y los evangelios.
Esta oración nos dará las respuestas de cómo reconocerlo, escuchar la voz de su llamada y de cómo iniciar el diálogo con Él.
"No es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama" ( V 8.5).
Claramente nos dice la santa que, tenemos que buscar un espacio de soledad para que se den las condiciones de la amistad con quien nos ama, Jesucristo desde su Humanidad.
Para conocer al otro tenemos que aprender a escucharlo. Debemos poner la mirada en Cristo y en su vida, para que se funda en la nuestra. El canal es el Evangelio. A través, del entendimiento conocemos a Jesucristo tal cual, lo apreciamos en los evangelios que meditamos y, luego los hacemos vida propia.
La persona participa activamente en el conocimiento porque va apropiándose de las cualidades del Señor, las va haciendo suyas y configurándose con Él. De este modo, progresivamente el caminante irá cambiando su forma de ser y de comportarse hasta parecerse más al Señor.
¿Qué propone Teresa?
Ella propone que, en función de la situación del caminate, se vaya conociendo a Jesucristo:
"Si estáis alegre, miradle resucitado" ( C 26.4). "Si estáis con trabajos o triste, miradle camino al huerto," "o miradle atado a la columna," "o miradle cargado con la cruz" ( C 26.5).
Leamos este importante texto, fundamental para crecer en la meditación del Evangelio.
"La examinación de la conciencia y decir la confesión y santiguaros, ya se sabe a de ser lo primero. Procurad luego, hija, pues estáis sola, tener compañía. Pues ¿qué mejor que la del mismo maestro que enseñó la oración que vais a rezar? Representad al mismo Señor junto a vos y mirad con qué amor y humildad os está enseñando. Y credme, mientras pudiereis no esteís sin tan buen amigo. Si os acostumbráis a traerle cabe vos y Él ve que lo hacéis con amor y que andáis procurando contentarle, no le podréis -como dicen- echar de vos; no os faltará para siempre; ayudaros ha en todos vuestro trabajos; tenerle heis en todas partes: ¿pensáis que es poco un tal amigo al lado?" (C 26.1).

Este paso es importantísimo para las próximas moradas, por eso hay que hacerlo bien:
Llegado el momento, cerramos el evangelio y nos dejamos mirar por Él. Su mirada es de amor; nos "engolosina," nos está amando. "No os pido ahora que penséis en Él ni que saquéis muchos conceptos ni que hagáis grandes y delicadas consideraciones con vuestro entendimiento; no os pido más de que le miréis. ( C 26.3)
Casi imperceptiblemente con este juego de miradas amorosas, estamos construyendo el piso para la oración de contemplación y la sanación del yo herido, por medio de Cristo. Para finalizar la oración, debemos volver por un momento sobre nosotros mismos, para discernir cómo hacer vida lo que vamos aprendiendo.
¿De cuántas partes consta la oración de meditación?
Consta de tres partes: La introducción o saludo inicial, la meditación del evangelio y el silencio amoroso de mirar y dejarse mirar.El secreto de esta oración es: dejarse mirar; amar es, dejarse mirar. "Mire que le mira"...(V 13.22)
Oración con imágenes
Las imágenes son un recurso válido para facilitar traer la figura de Cristo a nuestro interior, es un medio no un fin.La santa nos dice: "Tenía tan poca habilidad para con el entendimiento representar cosas, que si no era lo que veía, no me aprovechaba nada mi imaginación, como hacen otras personas que pueden hacer representaciones adonde se recogen. Yo sólo podía pensar en Cristo como hombre". "A esta causa era tan amiga de imágenes" ( V 9.6).La lectura espiritual. Al comienzo de su vida espiritual, la Santa sólo podía orar apoyada en algún libro ( V 4.7).
"Una última manera de hacer oración de meditación tiene como punto de partida la lectura de un libro de espiritualidad." 4- La transformación de la persona por el crecimiento de las virtudes: la perseverancia en la fe, el amor al prójimo y el desasimiento En estas moradas el "siervo del amor" está en medio de la lucha espirtual. Para estar preparado se necesita con urgencia la ayuda de Dios: "¡Oh Señor mío! aqui es menestar vuestra ayuda, que sin ella no se puede hacer nada. por vuestra misericordia no consintáis que esta alma sea engañada para dejar lo comenzado" ( M 2.6).
A pesar de haber empezado vida de oración, el caminante aún no ha desarrollado lo suficiente las virtudes. Por tal razón es posible que caíga y se levante; la presión del medio en el que se desenvuelve le tienta a retroceder incluso a salir del castillo. Se presentan enfermedades, tentaciones del demonio, falta de tiempo para la oración, desánimo, vanidad, orgullo etcétera. Hay que ser conciente de estas tentaciones y tropiezos, recurrir a la meditación en la Pasión de Cristo, y no decaerse ni sentido de culpa si se equivoca o peca. "Porque aquí es el representar los demonios estas culebras de las cosas del mundo y el hacer los contentos de él casi eternos, la estima en que está tenido el él, los amigos y parientes, la salud en las cosas de penitencia (que siempre comienza el alma que entra en esta morada a desear hacer alguna). Y otras mil maneras de impedimentos) ( M 2.1.3; C 3.5).
"Tomad mi consejo y no os quedéis en el camino, sino pelead como fuertes hasa morir en la demanda, pues no estáis aqui a otra cosa sino a pelear. Y con ir siempre con esta determinación de antes morir que dejar de llegar al fin del camino...( C 20.2) En esta batalla nos va la vida, "venga lo que viniere, no ha de tornar atrás" ( C 20.2). La virtud de la perseveranciaQué le debemos pedir a Dios, en este combate espiritual?La decisión de entrar en el castillo de las primeras moradas debe consolidarse en estas, pidiéndole a Dios la virtud de la perseverancia. Dónde debemos poner los ojos para alcanzar esta virtu, con la gracia de Dios?
Siempre ponerlos en Cristo, en nuestro interior y en propósito que deseamos obtener.Se presentarán muchas tentaciones demoníacas como el temor a lo desconocido junto a más perturbaciones que tratarán de detener progreso del caminante."Miedos le pondrá e incovenientes que nunca acabe. Yo lo sé esto muy bien por experiencia, y así lo he sabido decir, y digo que no sabe nadie lo mucho que importa" ( C 23.4). Por el contrario, "si persevera, no se niega Dios a nadie. Poco a poco va habilitando él el ánimo para que salga con esta victoria. Digo ánimo, porque son tantas las cosas que el demonio pone delante a los principios para que no comiencen este camino de hecho, como quien sabe el daño que de aquí le viene, no sólo en perder aquel alma sino muchas" ( V 11.4 ).
La virtud del amor"El crecimiento en la oración debe ir unido al aumento de las virtudes. No cabe en la vida espiritual la una sin la otra." A las ya virtudes mencionadas, encontramos estas tres fundamentales para la vida cristiana: Amor al prójimo, desasimiento de todo o creado y la humildad. El amor como fundamento de las relaciones humanas; el desasimiento como forma de ver el mundo y la humildad, cualidad que nos permite tener una valoración adecuada de nosotros mismos".El itinerario espiritual marcará el rumbo hacia los mandamientos principales del evangelio: El amor a Dios y el amor al prójimo ( M 1.2.17 Y M 5.3.7).Desde el principio nuestro modelo perfecto del amor será Cristo, nuestro redentor, el "capitán del amor" ( C 7.9).
Le mandó a los apóstoles que se amaran los unos a los otros "como yo os he amado" (Jn 14,34; C 7.4). Esa será la norma esencial: amar como nos ama "el buen amador Jesús" ( C 7.4). Jesús nos enseñó que hay más placer en dar que en recibir ( Hch 20,35; C 6.7). Por lo tanto amar representa "darnos," es una fuerza que nos permite salir de nuestros egoismos, para para llegar al prójimo y, encontrarnos con Cristo a través de él. La virtud del desasimientoEsta virtud está muy vinculada con el amor y la humildad (La humildad la veremos en las terceras moradas). Estar "desasido" equivale a estar sano, en libertad de espíritu y entera paz (C 8.3).
"Ahora vengamos al desasimiento que hemos de tener, porque en esto está el todo, si va con perfección. Aquí digo está el todo, porque abrazándonos con solo el acariador y no se nos dando nada por todo lo criado, Su Majestad infunde de tal manera las virtudes, que trabajando nosotros poco a poco lo que es en nosotros, no tendremos mucho más que pelear, que el Señor toma la mano contra los demonios y contra todo el mundo en nuesta defensa. ¿Pensáis hermanas, que es poco bien procurar este bien de darnos todas al Todo sin hacernos partes?" Este proceso se vive en el interior y exterior de la persona. Toca distintas realidades de nuestra vida como la familia, nuestro yo, el cuerpo etcétera.Aqui surge una pregunta importante: ¿ Estoy dispuesto (ta) a vivir en clave de desasimiento hasta alcanzar la libertad de la que me habla santa Teresa, en mi condición de laico comprometido (da)?. "Solo Dios basta".
5- La acción exterior: una vida llena de sentido religioso, el voluntariado hacerse espaldas. Los cambios en el caminante de las segundas moradas, son muy sutiles; el conocimiento que han ido adquiriendo de Jesucristo, los van llevando a adoptar un nuevo estilo de vida dentro de la cotidianidad, poco a poco. Es decir, llevan una vida normal con más sentido, concientes de la fe que va creciendo en sus corazones por Dios y, los deseos de seguir a Cristo e imitarlo.En el comienzo necesitamos ayuda, debemos acudir a los "remedios" que hay en la Iglesia para fortalecernos, muy especialmente el sacramento de la reconciliación y el de la Eucaristía. Teresa era amiga de confesarse con frecuencia ( V 5.9.; V 23.14).
La Eucaristía "será nuestra escuela predilecta, donde aprenderemos a ofrecer nuestra vida a Dios junto con Cristo, como podremos comprobar en las quintas moradas.""Obras de caridad," en lenguaje moderno, voluntariado. Debemos disponer de un tiempo durante la semana, para colaborar en algún lugar donde requieran de personal voluntario, para contribuir al buen funcionamiento de la socieda y a la Iglesia. "El amor al prójimo, junto con el amor de Dios, forma parte constitutiva del cristianismo, como es sabido por todos. Sobre él se construye la comunidad de personas, tanto familiares como asociativas. Vivido con perfección, constituye la cumbre de la fe cristiana y la mística española, catalogada como mística de la afectividad. El conjunto del itinerario espiritual propuesto en el Castillo Interior es un tratado del amor de Dios al hombre y del hombre a Dios."
El embrión de la comunidad es hacerse espalda y el voluntariado. ¿Qué significa hacerse espaldas?Es ser respetuoso solidario del otro, Teresa le daba mucha importancia a las comunidades pequeñas, que se sustentaban en el amor mutuo y, en el entusiasmo por seguir a Cristo. Cuál es el consejo que nos dá la Santa?"Por eso, aconsejaría yo a los que tienen oración, en especial al principio, procuren amistad y trato con otras personas que traten de los mismo. Es cosa importantíma, aunque no sea sino para ayudarse unos a otros con sus oraciones, ¡cuánto más que hay mucha ganancia!" ( V 7. 20).
Esto nos ayuda a ver que también habían muchas dificultades en sus comunidades, cómo las hay hoy en día; por eso, el consejo es muy oportuno y útil para salir adelante y, vencer nuestras miserias humanas, vivir de común-acuerdo y amor fraterno dentro de la comunidad. "Porque andan ya las cosas del servicio de Dios tan flacas, que es menester hacerse espaldas unos con otros los que le sirven para ir adelante, según se tiene por bueno andar en las vanidades y contentos del mundo. Y para estos hay pocos ojos: y si uno comienza a darse a Dios, hay tantos que murmuren, que es menester buscar compañía para defenderse, hasta que estén fuertes en no les pesar de padeer; y si no, veránse en mucho aprieto" ( V 7.22).
Este camino espiritual nos invita a buscar otras personas con ideales comunes, para compartir vida en el Espíritu, apoyarse unos con otros compartir momentos de oración porque, no es un camino individualista. Siendo un itinerario personal, está muy lejos de ser egocentrista. Hay que seguir creando cosas maravillosas de la mano de Jesucristo, abrir sin ningún temor nuevas habitaciones aceptar nuevos retos, en las segundas moradas.
Recuerde:- "Busque momentos de soledad y silencio para aprovecharlos en oración.- Recurra sin cesar -a poder ser cada día- al Evangelio.- Haga lo posible por dejar crecer las virtudes.- Todo sea hecho con suavidad y alegría (leer el capítulo 13 de Vida).- No deje de practicar el conocimiento propio y repasar la vida pasada en busca de sus equivocaciones y pecados.-
Busque otras personas con quien hablar de la vida espiritual.- Tampoco desee de repente que todos sean personas mu espirituales porqu usted haya emprendido este camino. De momento, nos basta con intentar crecer nosotros. Vea en los demás sus virtudes, más que sus pecados, e intente imitarlas.-
Camine por la vida espiritual con confianza en su nuevo amigo Jesús y en las posibilidades que le ofrece si no le deja de la mano.- Viva el itinerario espiritual con alegría y libertad, no se agobie, no se angustie; utilice su sentido común para saber en todo momento cómo conducirse."
Oración "¡Oh Señor mío! Aqui es menester vuestra ayuda, que sin ella no se puede hacer nada. Por vuestra misericordia no consintáis que esta alma sea engañada para dejar lo comenzado. Dadle luz para que vea cómo está en todo esto su bien, y para que se aparte de malas compañías; que gradísima cosa es tratar con los que tratan de esto; allegarse no sólo a los que viere en estos aposentos que él está, sino a los que entendiere que han entrado a los de más cerca; porque le será gran ayuda, y tanto los puede conversar, que le metan consigo.
Siempre esté con aviso de no se dejar vencer; porque si el demonio le ve con una gran determinación de que antes perderá la vida y el descanso y todo lo que le ofrece, que tornar a la pieza primera, muy más presto le dejará. Sea varón, y no de los que se echaban a beber de bruces, cuando iban a la batalla, no me acuerdo con quién, sino que se determine que va a pelear con todos los demonios y que no hay mejores armas que las de la cruz" ( M 1.2.6).
Bibliografía Antonio Mas Arrondo, "Acercar el Cielo" Itinerario espiritual con Teresa de Jesús. Editorial SAL TERRAE. Santander.
Ponente: Elena Briceño.

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